Las hojas de ladrillo son panqueques finos y nítidos, que son del Magreb y que se usan en la cocina para la preparación de platos salados o dulces. Están hechos de harina, agua y sal, y se hacen extendiendo capas delgadas de masa, que se superponen y se doblan en diferentes formas. Tienen un color dorado y una textura crujiente, lo que los hace ideales para acompañar muchos ingredientes y salsas. Las hojas de ladrillo son muy populares en la cocina por su textura nítida y su forma original, lo que lo convierte en un ingrediente esencial de muchas recetas. A menudo se usan para preparar platos completos, como samosas, brik de huevo o zapatillas de manzana, o para hacer ensaladas, envolturas o abdominales monsieur. También son muy apreciados por su riqueza en carbohidratos y proteínas, lo que les da un sabor nutritivo y satisfactorio.